Si eres como la mayoría de la gente, el flujo interminable de noticias, desde la degradación del medio ambiente hasta las crisis humanitarias, puede hacerte sentir impotente y agotado. Y, en lugar de sentirte inspirado para unirte a una causa, necesitas esconderte del mundo. Esto es lo que se llama fatiga por compasión. Afortunadamente, hay soluciones para revitalizarte y ayudarte a sentirte de nuevo con energía.
¿Qué es la fatiga por compasión?
La fatiga por compasión puede ser una de las causas más comunes del cansancio y de la “sensación de fatiga” en el mundo moderno de hoy. El psicólogo Charles Figley explica la fatiga por compasión como
“[Un] estado de agotamiento y disfunción, biológica, fisiológica y emocional, como resultado de una exposición prolongada al estrés por compasión“.
Este estrés puede ser cualquier cosa, desde ver un vídeo de una tortuga atrapada en una red de pesca, hasta un niño hambriento en África Oriental o un informativo sobre el acoso sexual.
Los síntomas de la fatiga por compasión incluyen:
- Cambios de comportamiento, como sobresaltarse con facilidad o tener dificultades para mantener la objetividad
- Cambios físicos como la ansiedad y el agotamiento
- Cambios emocionales como la depresión y el sentimiento de impotencia
La fatiga por compasión se ha agravado en los últimos años desde que las redes sociales se han instalado de forma permanente en la vida de la mayoría de las personas. Con el acceso constante, las notificaciones push y los recordatorios de guerras, traumas, emergencias climáticas, acoso y violencia, son cada vez más las personas que evocan menos emociones cuando se enfrentan a imágenes y noticias sorprendentes e impactantes. Cuando nos alejamos de estas imágenes, nos sentimos agotados y sin esperanza. Este sentimiento de desesperanza puede filtrarse en otros aspectos de nuestra vida, lo que conduce al agotamiento.
Como colectivo, la fatiga por compasión puede cambiar la capacidad emocional de nuestra sociedad. En lugar de relacionarnos con otras personas en un nivel emocional más profundo, la fatiga por compasión nos priva de nuestra capacidad de sentir, ya sea indignación, empoderamiento o tristeza. Esencialmente, nos deja planos y agotados.
La fatiga por compasión puede conducir al agotamiento
El agotamiento es la forma moderna actual de fatiga extrema y puede verse desencadenado por sentimientos de agobio y por la fatiga por compasión. Una persona quemada se sentirá desmotivada y agotada y será casi incapaz de levantarse de la cama. El agotamiento severo puede provocar problemas de salud mental y tiene un profundo efecto en la salud y el bienestar tanto en el trabajo como en casa. Desgraciadamente, el lugar de trabajo se considera el mayor culpable de provocar este agotamiento grave causado por la fatiga por compasión.
La fatiga por compasión y el agotamiento son más comunes en ciertos trabajos
La compasión es especialmente importante en determinadas profesiones, como la asistencia sanitaria. Para las enfermeras, los médicos, los fisioterapeutas y los cuidadores, ser capaz de mostrar compasión y empatía ante el trauma y el dolor es vital para ofrecer una buena atención al paciente y crear relaciones significativas con él. Sin embargo, la sanidad es también una de las principales profesiones en las que abunda la fatiga por compasión debido a la exposición regular a factores de estrés traumáticos, largas jornadas de trabajo, cargas de trabajo exigentes y escasez de personal.
En 1992, Carla Joinson utilizó por primera vez el término “fatiga por compasión” tras observar que las enfermeras que se enfrentaban a la angustia habían perdido su capacidad de cuidar a los pacientes. Desde entonces, se ha observado que los profesionales sanitarios de los cuidados paliativos, las urgencias y los cuidados críticos corren un mayor riesgo de sufrir fatiga por compasión. De hecho, la enfermería registra niveles tan elevados de esta condición, que es una de las razones por las que los enfermeros se desvinculan, muestran cambios notables en la práctica e incluso deciden abandonar la profesión.
Aunque la fatiga por compasión está vinculada a las emociones y el agotamiento al estrés laboral, a menudo ambas se dan juntas. Dado que muchas funciones sanitarias giran en torno a la empatía, el estudio del agotamiento y la fatiga por compasión en estas profesiones nos ofrece una valiosa perspectiva para superar esta dolencia moderna.
Meditación para superar la fatiga emocional y el agotamiento
Un estudio evaluó el efecto de la meditación en profesionales sanitarios con agotamiento y con fatiga emocional en un hospital. En el estudio participaron 27 residentes, 8 médicos de la facultad y 12 enfermeras. 35 personas completaron un curso de 12 semanas de “Meditación Heartfulness”, y 12 personas fueron sujetos de control. Los resultados fueron convincentes:
- A las 12 semanas, los meditadores tuvieron una mejora estadísticamente significativa en todas las medidas de agotamiento y en casi todos los atributos del bienestar emocional (EWA, por sus siglas en inglés).
- Los controles no mostraron cambios estadísticamente significativos ni en las puntuaciones de agotamiento ni en las de bienestar emocional.
- La longitud relativa de los telómeros aumentó con significación estadística en un subconjunto más joven de meditadores.
Es sorprendente observar que estos efectos se observaron en sólo doce semanas desde que los profesionales de la salud emprendieran un programa de meditación. La rapidez con la que el programa se hizo efectivo es motivadora.
Aunque este programa se llevó a cabo en un entorno sanitario, puede extrapolarse a todas las profesiones. Tanto para los que trabajan en marketing, como en trabajos sociales o en la administración pública, seguro que hay momentos en los que se está al borde del agotamiento y la fatiga por compasión.
Estrategias para combatir la fatiga por compasión
Hay ciertas prácticas de meditación, como el mindfulness, pueden ayudar a superar la fatiga por compasión al cambiar el enfoque que combate el pensamiento cíclico sobre los eventos estresantes. Las prácticas de mindfulness también alivian el estrés debido a la respiración lenta y a la activación del sistema nervioso parasimpático y, por tanto, de la respuesta de relajación.
Sin embargo, además de incorporar la meditación a la vida diaria para combatir la fatiga por compasión, también se pueden probar estas soluciones:
1. Desactivar las notificaciones push de los sitios de noticias y dejar de seguir las cuentas sociales que promueven el miedo
Recuerda que tú tienes el control de tu teléfono y de tus dispositivos, no al revés. Recupera el control y elige lo que ves y cuándo lo ves.
Las notificaciones push te quitan el control, ya que los titulares de las noticias y los tuits estresantes aparecen en tu teléfono incluso cuando no lo estás usando activamente. Si te sientes abrumado y crees que puedes estar luchando contra la fatiga por compasión, desactiva las notificaciones push. Después de unos días, sentirás el alivio de acceder a las noticias y a las redes sociales sólo cuando tú lo decidas.
Recorrer las redes sociales puede ser estimulante cuando sigues grandes cuentas, pero también puede crear muchas emociones malas, desde los celos hasta la fatiga emocional. Si te gusta usar Instagram, por ejemplo, echa un vistazo a tu feed y mira cómo te hace sentir cada cuenta. Si no mejora tu bienestar o incluso te hace pensar de forma positiva, deja de seguir la cuenta. Transformar lo que incluyes en tu feed puede tener un gran efecto en tu salud mental y en los niveles de fatiga por compasión.
2. Encuentra la paz en actividades que no impliquen el uso de tu dispositivo
Tener acceso constante a los dispositivos puede hacerte sentir que siempre estás “encendido”. En lugar de eso, cuando te sientas cansado después del trabajo o abrumado, intenta estar sin tecnología.
Ve a dar un paseo rodeado de naturaleza, salta al lago, haz diez respiraciones profundas, dibuja, pinta o cocina. Hacer una actividad sin tecnología puede ayudar a prevenir la rumiación sobre eventos e ideas estresantes, esencialmente “despejando tu cabeza”.
3. Encuentra a alguien con quien hablar de cómo te sientes
Hay innumerables estudios que señalan que la fatiga por compasión se puede calmar en los profesionales de la salud cuando tienen una red de apoyo y personas con las que hablar. De hecho, algunos hospitales y organizaciones han introducido las rondas de Schwartz, “un foro estructurado en el que todo el personal, clínico y no clínico, se reúne regularmente para hablar de los aspectos emocionales y sociales del trabajo en la sanidad”. Este programa se ha adoptado en todo el mundo para ayudar a los profesionales sanitarios a sentirse apoyados y escuchados, lo que les permite evitar la fatiga por compasión en el trabajo y en casa.
Independientemente de la profesión a la que uno se dedique, puede ser de ayuda contar con alguien con quien hablar y que entienda cómo te sientes cuando los mensajes de los medios de comunicación resultan abrumadores. Ya sea un amigo, un colega, un miembro de la familia, te sorprenderá saber cuántas personas comparten tus sentimientos.
Recupera tu motivación y tu energía
Se ha demostrado que la atención plena y la meditación tienen efectos profundos en la fatiga por compasión, al igual que otras estrategias como la exposición a los dispositivos digitales y las redes sociales, y el establecimiento de un apoyo social. Tanto si trabajas en una profesión que requiere altos niveles de compasión humana, como si sientes fatiga por compasión en la vida cotidiana, hay distintas estrategias que puedes probar.
En lugar de sentirte asfixiado y abrumado cuando lees una noticia, limita tu exposición a las redes sociales y a las noticias, de modo que, cada vez que veas una noticia, te sientas motivado y capacitado para actuar.
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